Para llevar a
cabo este tercer rastreo, hemos vuelto a contar con un tiempo ideal. Las
altísimas temperaturas de la semana bajaron y la mañana del sábado esta
fresquita y agradable.
(Todas las fotos en la presentación
que está al final de esta página)
Eran las nueve en punto cuando estábamos todos en la puerta del colegio, en esta ocasión con nuestras bicicletas. Lo peor de todo fue colocar el hito en la bici, de forma que no nos estorbara. Unos nos lo colgamos en bandolera y otros lo atamaos o enganchamos en la bicicleta y salimos hacia nuestro destino.
Iniciamos
el recorrido por el camino de Trujillo. Pronto tuvimos una incidencia.
Sara y Amanda debieron regresar a Torrecillas porque no se encontraban
bien.
A por ellas Acudieron Paco, padre de
Sara e Isa, madre de Amanda, quienes en sus vehículos se las llevaron de
vuelta, junto a sus bicicletas.
Pronto
llegamos al puente que hay en el río Tozo, en los Casarones. En él
estuvimos trabajando mucho rato, hasta que recogimos todos los datos
posibles.
Cuando
estábamos allí, se incorporaron a la expedición Manuel Vaquero y Juan
José Campo, quientes junto a Gabril, nos acompañaron hasta finalizar la
expedición, descubriéndonos muchas cosas interesantes.
Una de ellas fue una pequeña fuente situada poco más arriba del puente. Está orientada al norte.
Otra
fue un pozo tallado en los canchos de pizarra, situado junto al puente
nuevo del camino. Nos dijo Juanjo que estaba anegado de tierra, pero que
tenía una profundidad de más metro y medio
A
continuación nos acercamos al molino que está en la margen derecha del
río, a unos cien metros del puente nuevo. Lo observamos y recorrimos con
atención.
Luego merendamos y tomamos las medidas.
Finalmente
nos trasladamos a las cercanías del cortijo, donde Juanjo nos enseñó
una tumba antropomorfa tallada en los canchos de pizarra. Es la segunda
que vemos. Después de medirna nos hicimos una foto dentro de ella, cada
uno.
¡Y NO NOS DIO MIEDO!
Comprobamos la fecha de construcción de una parte del caserío...
Cuando
eran las dos menos veinte minutos, regresamos a Torrecillas en nuestras
bicicletas, con la sensación de haber vivido una auténtica aventura y
deseando que se repita.
A ver si os gustan nuestros dibujos:
La pizarra se nos olvidó en la puerta del colegio y cuando volvimos, estaba allí.
¡¡¡ HEMOS QUEDADO UN POCO CANSADOS,
PERO... MUY SATISFECHOS !!!
PERO... MUY SATISFECHOS !!!
que pena habermelo perdido
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